Flores de Bach para celebrar la vida
El Día de la Madre es el Día de la Vida. De ellas venimos
todos los que habitamos la tierra. Agradecer la vida que nos dieron, tal y como
pudieron hacerlo, nos permite vivir plenamente y celebrar estar vivos. Como
también mirarnos al espejo y reconocernos en esa vida que corre por nuestro
ser.
El poeta Derek Walcott, en su poema “El amor después
del amor” bellamente nos habla de amor a nosotros mismos… que desde la mirada
floral y sistémica, nace del amor a nuestra madre, tal y como es, tal y como
fue. Sólo lleva unos instantes leerlo y muchos instantes sentirlo.
cuando, con gran alegría,
tú saludarás al tú mismo que llega
a tu puerta, en tu espejo,
y cada uno sonreirá a la bienvenida del otro,
y dirá, siéntate aquí. Come.
Seguirás amando al extraño que fue tú mismo.
Ofrece vino. Ofrece pan. Devuelve tu amor
a tí mismo, al extraño que te amó
toda tu vida, a quien no has conocido
para conocer a otro corazón,
que te conoce de memoria".
Ana M. Infeld
Terapeuta Floral
(0297) 155 -04 33 05
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