Flores
de Bach para la amargura
Estar
en un estado emocional de amargura no es sólo estar falto de alegría. Todo, o
casi todo, se torna agrio: el carácter tiene una acritud creciente; a la
persona le cuesta manifestar amor o emociones vinculadas al afecto; se vive con
mucha soledad pues por un lado los de alrededor se alejan, por otro, quien está
afectado por la amargura, se aísla.
Volverse
amargo es también volverse malhumorado, criticón, quejoso, resentido… o
también, claro está, volverse amarga… malhumorada, criticona, quejosa,
resentida…
Las
esencias florales, determinadas en la entrevista personal, ayudan cuando se
mal-vive como cascarrabias.
Ana M. Infeld
Terapeuta Floral
(0297) 155 -04 33 05
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